Tenemos un material fantástico con el que se pueden realizar infinidad de propuestas.
Son los bloques lógicos de toda la vida convertidos en cojines. Disponemos de 4 colores, 3 formas y dos tamaños.
Hemos jugado con ellos: los hemos tocado, nos hemos revolcado, hemos hecho montañas, hemos formado cohetes, hemos jugado a adivinar con los ojos tapados qué forma era la que estábamos tocando, hemos transformado los cojines pequeños en la máquina de crecer, nos hemos sentado encima de ellos según consignas por colores, tamaños, formas...
Os dejo una muestra de una propuesta en la que no les decimos qué tienen que buscar para sentarse, si no donde NO pueden sentarse. Por lo tanto creamos pensamiento en diferentes grados de dificultad.
Porque los/las niños/as están hechos de asombro y "Un Libro" de Hervé Tullet lo demuestra.
Y porque sabiendo esto, solo hay que utilizar el asombro para que aprendan de forma natural, sin prisas, sin forzar, con gusto, emocionados y siendo felices.
Como estamos en Almería, no podíamos pasar de largo sin visitar el Desierto de Tabernas donde tantas películas del oeste se han rodado.
Hemos visto imágenes de vaqueros y nos hemos venido arriba. Siguiendo la experiencia que publicó Fátima Trujillo en Twitter (@FátimaTrujillo7) que están disfrutando del Proyecto de E-Star Express por Andalucía al igual que nosotros/as en Infantil, hemos visto un vídeo con la famosa canción de ¡Oh Susana! hemos buscado el baile y no viéndolo muy complicado, adaptándolo a nuestras posibilidades, lo hemos bailado.
Nos hemos divertido mucho transformando la clase en un "Saloon del viejo Oeste" y bailando en corro y por parejas, con diferentes pasos en los que distinguíamos niños de niñas, hacia delante, hacia detrás, hacia un lado, en círculo, manos detrás, a caballo...
Y para darle el toque mágico, hemos puesto nuestra tela verde gigante para que pareciera que estábamos en el desierto de verdad cuando nos viéramos bailando en el iPad, en el móvil o en el ordenador de nuestra familia. Ángel me ha pedido que se lo enviara a su abuela también...
Como cada vez que abrimos una maleta que nos lleva a una nueva ciudad andaluza, han elegido una de las imágenes que guardaba en su interior para investigar en casa con nuestra familia, qué es, en qué ciudad está y alguna característica para explicar en clase lo que hayamos aprendido.
No podíamos desaprovechar la visita a Granada y pasar de largo de su Sierra Nevada y sus pistas de patinaje.
Antes de salir de clase nos hemos puesto el equipo apropiado para no pasar frío: abrigo, pantalones, botas, casco, guantes, gafas y protección labial (de forma imaginaria) Salimos de la clase con nuestros bastones en las manos (imaginarios) y arrastrando los pies llegamos hasta el gimnasio. Antes de entrar les aviso del frío que hace en Sierra Nevada y que tengan cuidado de no caerse y con los esquiadores y los que practican Snow Board que van muy rápido y pueden chocar y tirarnos...
Mientras lo explicaban, temblaban de frío y en la mirada podía ver lo que estaban imaginando.
Entramos al gimnasio. Vacío como siempre.
Ángel lo primero que hace es tirarse al suelo boca arriba y estirado, comienza a abrir y cerrar los brazos y las piernas. Le pregunto qué hace y me dice: "angelitos en la nieve"
Con la imaginación todo es posible. He tardado un segundo en tirarme a la "nieve" a hacer mi angelito. Y claro, todos/as detrás.
Hemos disfrutado mucho en Borreguiles con los trineos. Comprobamos que cuando jugamos con otros/as es más divertido y tenemos más posibilidades.
Cuando reviví en casa cómo enseñaban a sus compañeros y compañeras cómo se hacía la letra A, no pude evitar pensar en Miriam Nemirovsky y en Estela D' Angelo, con quien di mis primeros pasitos en la enseñanza aprendizaje de la lectura y la escritura desde un enfoque comunicativo.
Qué dirían al ver este vídeo, donde se ve que cada uno escribe la misma letra siguiendo un patrón diferente en cuanto a la direccionalidad. Ángel empieza arriba, Ainhoa abajo, Adrián hace el último trazo desde la derecha... ¿Son las tres A validas? Yo diría que sí. Se reconocen, son las iniciales de sus nombres, son suyas y las comparten. Y así aprendemos, más y mejor.
Nos empeñamos en dedicarle mucho tiempo de la Educación Infantil a realizar trazos perfectos, a repasar puntitos y a colorear sin dejar huecos ni salirse de la rayita... y a jugar, y a cantar y a correr, y a saltar, y a modelar con la plasti, y a picar, y a pegar, y a bailar, y a pasar lista y repasar los días de la semana, a contar, a sumar a restar, a construir, a hacer teatros, a contarles cuentos y que nos los cuenten... y a hablar, hablamos mucho, en 3 años, todos a la vez. Pero ¿escuchamos? ¿comprendemos?
Con el Proyecto de E-Star Express y las visitas del Mago de las Estrellas, me doy cuenta de la dificultad de comprensión oral que tienen. De lo que son capaces de retener y después expresar sobre un mensaje. Y si tiene varias ideas, ya ni os cuento...
Desde que hemos comenzado el Proyecto, cada vez que abrimos una maleta encuentran imágenes de las cuales, eligen una para llevarse a casa y con la ayuda de las familias descubren en qué ciudad estamos y aprenden alguna cosilla para exponerla en clase al resto de compañeros/as.
Ya en la sexta provincia, voy viendo avances, tanto en la escucha como en la expresión. Van desapareciendo los miedos y las vergüenzas y aparece el orgullo de poder aportar al grupo sus nuevos conocimientos. Creados en el regazo de la familia para ser compartidos en la escuela.
El vídeo lo he grabado con TouchCast, con papel continuo verde por detrás y lo he editado con IMovie.
