Si eres maestra/o de Educación Infantil y trabajas por Proyectos o lo intentas en la provincia de Jaén, seguro que conoces a Blanca Aguilar o sus Proyectos publicados por Anaya.
Cuando aprobé las oposiciones en el 2005 fue quien me inició en este mundillo de "salmones a contracorriente" como dice César Bona.
A ella le debo mi esencia de maestra: nuestros rincones, mis soportes, cómo guío nuestros Proyectos, mi mirada hacia ellos/as, el gusto por enseñar las verdaderas matemáticas, mis escuchas y mis silencios.
Ella es nuestra madre, porque no soy hija única. Ellas saben quiénes son mis hermanas de la escuela: las que se ponen nerviosas el día de antes de comenzar un Proyecto o cuando programamos una actividad de las de "chillar", las que son maestras de corazón, por vocación y por hobbie. Las que nunca desconectan, ni en vacaciones, ni a altas horas de la noche. Las que siempre tienen algún libro que leer y compartir porque demuestra que vamos por buen camino. Las que se indignan, pero nunca pierden la fé.
Hace un tiempo decidió compartir con el mundo sus Proyectos para que sirvan a muchos/as maestros/as y más alumnos/as a vivir aventuras, no las suyas, sino otras nuevas, como dice ella, dejando que pasen cosas en nuestras clases. Para que este virus pedagógico cada vez sea más fácil de contagiar.
Hace dos años José Miguel, Ilde y yo hicimos el Proyecto de "Las Emociones" y me encantó compartirlo en el blog y con Blanca, sobre todo cuando me dijo que publicaría un Proyecto de Emociones.
Hoy me siento muy orgullosa al ver en la Historia Pedagógica de Emociones de Anaya, a mis alumnos/as, sabiendo que viajarán por muchos colegios mostrando a otros niños/as lo que disfrutaron estudiando sus emociones y las de los demás.
Y aparecer en los agradecimientos del final ya es... un premio para mí.
Gracias Blanca.