A través de las recetas que han traído algunos/as niños/as de la clase, hemos aprendido que las especias se utilizan mucho. Algunas las conocíamos y otras no.
Esta mañana me he llevado unos cuántos botes de mi casa y a investigar y experimentar con ellas.
Les he echado un poquito a cada uno para que lo manipularan, olieran, chuparan, vieran de cerca... Como en el método científico.
Han expresado lo que sentían, lo que le transmitían, a lo que le recordaba ese olor y ese sabor...
Cada especia investigada, la ponía en la pizarra veleda situada en el suelo y le ponía su nombre debajo.
Les he propuesto jugar a un juego con el antifaz. Adivinar de que especia de trataba.
Pero al cuarto fallo seguido, he decidido hacer otra ronda oliendo los botes y viendo el contenido.
Ahora sí acertaban muchos más su contenido sin verlo.
Hoy en el Rincón de la Seño, teníamos que pegar 3 especias que coincidieran con el nombre escrito debajo. Quién no supiera leer se podía ayudar analizando la etiqueta de todos los botes. Había un problema. Y es que las letras de los botes eran de imprenta o script y las de la ficha mayúsculas.
Además tenían que escribir a qué olían. De tal forma que todo era válido: natillas, arroz con leche, peste, cebolla, chicle de menta...